Vivir en la época del Coronavirus ha significado muchos desafíos para las personas, entre ellos gestionar el estrés psicológico producto del confinamiento. 

Estudios recientes de la Universidad de Barcelona confirman que la Realidad Virtual ayuda a afrontar esta carga psicológica reduciendo los niveles de estrés y de ansiedad, y a su vez contribuye a mejorar las relaciones interpersonales que se han visto afectadas por el distanciamiento social.  

En este contexto, Virtual Room puede ayudar a combatir este tipo de alteraciones emocionales y sensaciones negativas ya que nuestros juegos refuerzan el sentido de comunidad que se ha debilitado a consecuencia del distanciamiento. Funcionan como una herramienta de distracción que acerca a las personas, afianza lazos y brinda momentos de alegría, mejorando así el estado de ánimo de los jugadores.

También brinda la oportunidad de visitar escenarios diferentes a los habituales, motivando a la persona a explorar el mundo en un contexto lúdico y positivo. 

Nuestra dinámica implica un nivel emocional importante por lo cual puede implementarse como una terapia antiestrés para salir de la rutina, reactivar la vida cotidiana y acercarse a los seres queridos.